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lunes, 27 de agosto de 2012

A buen juez mejor testigo de Zorrilla

Poema de Zorrilla
“A buen juez mejor testigo”

1.     Diego jura casarse con Inés
"Dentro de un mes Inés mía,
Partiré a la guerra de Flandes;
Al año estaré de vuelta
Y contigo en los altares.

Honra que yo te desluzca,
Con honra mía se lave;
Que por honra vuelven honra
Hidalgos que en honra nacen.

-Júralo, exclamó la niña.
-Más que mi palabra vale
No te valdrá un juramento.
-Diego, la palabra es aire.

-iVive Dios que estás tenaz!
Dalo por jurado y baste.
-No me basta; que olvidar
Puedes la palabra en Flandes.


Vaciló un punto Martínez,
Mas porfiando que jurase,
Llevole Inés hacia el templo
Que en medio la vega yace.

Enclavado en un madero,
En duro y postrero trance,
Ceñida la sien de espinas,
Descolorido el semblante.

Veíase allí un crucifijo
Teñido de negra sangre,
A quien Toledo devota
Acude hoy en sus azares.

Ante sus plantas divinas
Llegaron ambos amantes,
Y haciendo Inés que Martínez
Los sagrados pies tocase.

Preguntole:
-Diego, ¿juras a tu vuelta desposarme? Contestó el mozo:
-¡Sí juro!
Y ambos del templo se salen.

2. Inés esperaba a Diego, el cual luchaba en Flandes...
Así Inés desesperaba
Sin acabar de esperar,
Y su tez se marchitaba
Y su llanto se secaba
Para volver a brotar

En vano a su confesor
Pidió remedio o consejo
Para aliviar su dolor;
Que mal se cura el amor
Con las palabras de un viejo.

En vano a Iban acudía,       
Llorosa y desconsolada;   
El padre no respondía;      
Que la lengua le tenía         
Su propia deshonra atada.

Y ambos maldicen su estrella
Callando el padre severo
Y suspirando la bella,
Porque nació mujer ella
Y el viejo nació altanero.

Dos años al fin pasaron
En esperar y gemir,
Y las guerras acabaron,
Y los de Flandes tornaron
A sus tierras a vivir

Pasó un día y otro día,
Un mes y otro mes pasó,
Y el tercero año corría;
Diego a Flandes partió,
Mas de Flandes no volvía.

3. Finalmente Diego regresó pero...
Asióse a su estribo Inés
Gritando: -iDiego, eres tú!
-Y él viéndola de través
Dijo - ¡Voto a Belcebú,
Que no me acuerdo quién es!

Dio la triste un alarido
Tal respuesta al escuchar,
Y a poco perdió el sentido,
Sin que más voz ni gemido
Volviera en tierra a exhalar

4. Diego desconoce haber jurado casarse con Inés...
Mas él, que olvidando todo
Olvidó su nombre mismo,
Puesto que Diego Martínez
Es el capitán Don Diego.

Ni se ablanda a sus caricias,
Ni cura de sus lamentos;
Diciendo que son locuras
De gentes de poco seso;

Que ni él prometió casarse
Ni pensó jamás en ella.
¡Tanto mudan a los hombres
Fortuna, poder y tiempo!

En vano porfiaba Inés
Con amenazas y ruegos;
Cuanto más ella importuna
Está Martínez severo.

Abrazada a sus rodillas
Enmarañada el cabello,
La hermosa niña lloraba
Prosternada por el suelo.

Mas todo empeño es inútil,
Porque el capitán Don Diego
No ha de ser Diego Martínez
Como lo era en otro tiempo.

5. Doña Inés le reclama y dice...
"Contigo se fue mi honra,
Conmigo tu juramento;
Tus buenas prendas son ambos,
En buen fiel las pesaremos."

6. Inés recurre al gobernador Pedro Ruiz de Alarcón...
Mujer, ¿qué quieres?
-Quiero justicia, señor
- ¿De qué?
- De una prenda hurtada.
- ¿Qué prenda?
- Mi corazón.
- ¿Tú le diste?
- Le presté.
- Y no te han vuelto?
- No.
- ¿Tienes testigos?
- Ninguno.
- ¿Y promesa?

-iSí, por Dios!

Que al partirse de Toledo
Un juramento empañó

- ¿Quién es él?
- Diego Martínez.
- Noble?
- Y capitán, señor
- Presentadme al capitán,
Que cumplirá si juró.
Quedó en silencio la sala,
Y a poco en el corredor


7. Pedro Ruiz de Alarcón interroga a Diego Martínez
- Sois el capitán Don Diego, Díjole Don
Pedro, vos? -Contestó altivo y sereno
Diego Martínez:
-Yo soy
- ¿Conocéis a esta muchacha?
- Ha tres años, salvo error.
- ¿Hicisteis juramento
De ser su marido?-
- No.
- ¿Juráis no haberla jurado?
- Sí juro.
- Pues, id con Dios.
- ¡Miente! -clamó Inés llorando
De despecho y de rubor
- Mujer, ¡piensa lo que dices!...
- Digo que miente, juro.
- ¿Tienes testigos?
-Ninguno.
- Capitán, idos con Dios,
Y dispensad que acusado
Dudara de vuestro honor.

Tomó Martínez la espalda
Con brusca satisfacción,
E Inés, que le vio partirse,
Resuelta y firme gritó:
-Llamadle, tengo un testigo.
Llamadle otra vez, señor
Volvió el capitán Don diego,
Sentose Ruiz de Alarcón.

8. Interrogado el Cristo de la Vega, sobre el juramento de Diego a Inés...
-"Jesús, Hijo de María,
Ante nos esta mañana
Citado como testigo
Por boca de Inés de Vargas,

¿Juráis ser cierto que un día
A vuestras divinas plantas
Juró a Inés Diego Martínez
Por su mujer desposarla?"

Asida a un brazo desnudo
Una mano atarazada
Vino a posar en los autos
La seca y hendida palma

Y allá en los aires "iSí juró!"
Clamó una voz más que humana
Alzó la turba medrosa
La vista a la imagen santa...

Los labios tenía abiertos,
Y una mano desclavada.

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